“Taranta Contanider”
Tarantulae, 2010
Los ritmos étnicos, como los
llama el gran Jose Migel López, alma del programa de Radio3 “Discópolis”,
evolucionan al compás de las nuevas tecnologías, de las mezclas, partiendo
siempre de un rico patrimonio lingüístico, rítmico y melódico. Ese es el caso de Nidi D’arac, un grupo de
reciente descubrimiento que hunde sus raíces en el sur de Italia, en el
Salento.
La taranta tiene algo hipnótico,
que si se une a las bases electrónicas alcanza un trance más allá de lo
imaginable. Una especie de salmodia que
nos golpea en la forma más visceral de escuchar música y nos provoca claros
efectos secundarios: no podemos evitar cimbrearnos, contorsionar nuestros
cuerpos y nuestras mentes en un gozo abandonado. Sin embargo, esta exploración también tiene
pecados, como en “Gocce”, con un ritmo demasiado simplón, casi eurovisivo.
Otras opciones, como “Matinata”, resulta más cercana por ser de origen
tradicional. Buena forma de sumergirse
en experiencias sonoras menos exploradas en España pese a la cercanía.
Dejarse llevar es el mantra de
esta picadura de araña.